¿No te ha pasado que un día te levantas con una canción en la cabeza que no paras de tararear? Cuando pasa, ya sabes, dicen que tienes que cantarla o ponerla y que mientras no hagas eso, la canción no saldrá de tu cabeza.
Bien.
¿Y no te ha pasado alguna vez lo mismo pero con una palabra? A nosotros sí. Es más, conocemos a uno que no es que despertara con una palabra en los labios, es que al levantarse pillaba un diccionario y escogía una palabra que luego, viniera a cuento o no, la usaba cada tres por dos, tuviera o no sentido en el contexto de lo que decía.
Bueno, pues algo así (lo de la palabra) sucedió ayer aquí en Semana Negra. Pero debió ser algo que inoculó algún travieso a modo de virus dialéctico, o que mucha más gente de la que imaginamos duerme junta, porque una misma palabra, POLIÉDRICO, fue usada por diferentes personas sin aparente relación entre sí y en momentos distintos. Poliédrico. ¿Por qué?
Pero, ojo, no sólo eso: es que además de que varios la dijeran varias veces en varios lugares diferentes, vimos (sí, vimos) a un par de individuos (uno y una) que se la debieron inyectar en el área del cerebro que se ocupa del aspecto y las pintas y decidieron (creemos que de forma independiente pero coincidente) salir a las calles vestidos de poliédricos.
En fin, son las cosas de Semana Negra y juramos que nada tienen que ver (estas de hoy) con la sidra, la fabada o el cachopo. Poliédrico. Lo vas a escuchar y lo puedes ver.
Y consignado el hecho más relevante de lo que aquí pasó ayer, vamos al arroz (negro, por supuesto).
Abre marcha una artista impresionante y reconocida internacionalmente por sus dibujos, pinturas e ilustraciones. Se llama Carme Solé (lee su biografía y fliparás) y pinta niños y niñas como reivindicación de sus derechos y en defensa de las injusticias a los que les sometemos, los adultos y la sociedad. “Why?” es la leyenda a pie de ilustración y ella explica el cómo y el porqué. Una pista: los niños, en esta ocasión, refugiados.
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Catalán también (y artista, también) es nuestro siguiente protagonista: el escritor y ex editor Aro Sainz de la Maza. Ha venido a presentar su segunda novela protagonizada por el madero Milo Malart que es uno de los mejores personajes que nos hemos encontrado a lo largo de esta extensa travesía por el océano del género negro. Aro nos lo presenta y disecciona al tiempo que pone luz en los ángulos muertos de la novela a la que nos referíamos y que se titula El ángulo muerto. Interesante conversación en la que también le tomamos el pulso al género negro.
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Dos entregas más, al margen de vídeos y fotos..
La primera es la presentación de la nueva novela de la argentina Tatiana Goransky. Los impecables se titula, escucha el mano a mano que mantuvo con Carlos Salem.
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Y por último, una historia más de delincuentes que de maderos. Está en Ful, la última novela de (madero él, por cierto) Rafa Melero. El oficiante en esta presentación es otro personaje, y hasta ahí puedo escribir, llamado Luis Artigue.
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Mañana más, si los avatares tecnológicos, gastronómicos, meteorológicos y energéticos no lo impiden.
Cuídate.
