“Hoy por hoy no tiene sentido que el detective encuentre al delincuente. Eso es ciencia-ficción”.
“Uno no sabe la facilidad que tiene para matar hasta que no siente que quiere/debe hacerlo: el deseo de matar nace de algún escondido entre las vísceras: las venas te queman: la sangre es ácida: el cerebro adormece todas las necesidades intelectuales: solamente se piensa en matar”. Te quiero porque me das de comer, editorial AlRevés, David Llorente.
Así se ha hecho presente en el territorio literario negrocriminal David Llorente (premio Francisco Umbral 1998; premio Ramón J. Sender 2000), enganchado al teatro y carabanchelero ejerciente, aquí y en Praga donde reside.
“No sería ni el criminal ni el detective, sería el que escribe sus vidas y decide sus muertes”, afirma en este cuestionario que completa camino de la Semana Negra de Gijón donde presenta el martes 8 de julio su sorprendente y muy atractiva novela.
Fiat Lux. ¿Por qué le dio por escribir novela negra?
David Llorente. No pensé en ningún género. Quise hablar de mi barrio de Carabanchel durante los años del auge de la heroína. Hubo crímenes, delincuentes y crítica social. Un asesino en serie y un detective. Salió negra.
FL. En el juego de policías y ladrones, ¿con quién iba?
D.L. ¿Qué mente perturbada quiere ir con la policía? A mí me gustaba que me hicieran cómplice.
FL. Tiene licencia novelesca para matar / Tenemos licencia literaria así que no se corte: ¿A quién mataría?
D.L. Tal y como está la cosa, que detienen a la gente por poner cosas en twitter, me da miedo decir “a los meapilas de las clases de religión y la ley del aborto, a quemarropa y hasta vaciar el cargador”, así que mejor no contesto a la pregunta.
FL. ¿Qué o a quién atracaría?
D.L. He visto muchos atracos y me han intentado atracar varias veces. Le he cogido asco.
Pero si me obligaran a atracar…, por supuesto atracaría un banco.
FL. Si fuese detective, investigador, sabueso…, ¿quién o quiénes sería/serían su/sus modelo/modelos?
D.L. Alis Morgan. Inteligentísima. Entiende (mejor que nadie) la mente criminal. El teniente Cooper. No se pone límites. Llega hasta el infierno.
FL. Si fuera criminal, desde asesino a atracador, valen todos los palos, ¿quién o quiénes sería/serían su/sus modelo/modelos?
D.L. El asesino del Zodiaco.
FL. Díganos su escritor o escritores del negociado negrocriminal preferido/preferidos, y su/sus porqué/porqués
D.L. A mí siempre me ha gustado Lou Carrigan. Teniendo en cuenta que escribía una novela cada dos semanas, no se andaba por las ramas.
FL. ¿Qué noticia, asunto de actualidad, ve o vería como argumento para novela negra? // ¿Y cómo podría ser o sería el planteamiento?
D.L. a) El secuestrador de las niñas de Ciudad Lineal. Las secuestra en la calle, a veces al lado de sus padres, las droga, las viola, las lava y las devuelve. Eso (desgraciadamente) ya es algo más que una novela negra.
b) Ante la prohibición del aborto, se produce una ola de mujeres muertas a raíz de abortos ilegales llevados a cabo con perchas y alfileres en sótanos clandestinos.
FL. ¿Por qué se escribe tanta novela negra?
D.L. La novela negra deriva de la novela social. Hay una necesidad de denunciar y de dar testmonio de lo que está pasando. El criminal y el asesino son una buena representación del bien y del mal, de lo correcto y lo incorrecto, de lo que debe ser y de lo que no debería suceder. Hoy por hoy no tiene sentido que el detective encuentre al delincuente. Eso es ciencia-ficción.
FL. ¿Por qué se compra o se lee tanta novela negra?
D.L. El lector disfruta de algo que no tiene en su vida ni lo querría tener. Se satisface una necesidad morbosa. Vivir lo que nos aterra y (por eso mismo) nos seduce.
FL. ¿Usted qué piensa, que se lee novela negra por envidia (del bueno o del malo) o para aprender (a ser malos o a descubrir malos)?
D.L. Envidia no. La envidia es el único pecado capital que no aporta nada satisfactorio. Por envidia nadie abre un libro. Ya lo he dicho antes: satisfacer una necesidad morbosa.
FL. ¿Todos somos un poco (o un mucho) criminales?
D.L. Sólo sé que la gente desesperada comete actos desesperados.
FL. Puestos a elegir, ¿usted sería el criminal o el detective, el asesino o el policía, el ladrón o el investigador?
D.L. Mucho mejor que eso: Yo sería el que escribe sus vidas y decide sus muertes.
FL. Dígame una ciudad para cometer un delito
D.L. Madrid. Especialmente sus barrios que dan al mar.
FL. Cine Negro: una película (o unas películas)
D.L. La ventana indiscreta.
FL. Póngame una banda sonora para leer novela negra
D.L. Una canción. Cold song, de Klaus Nomi.
FL. ¿Usted se pone música para escribir? ¿Qué música?
D.L. No. La que pongan en el bar.
FL. ¿Cómo es su espacio de trabajo?
D.L. Una mesa cualquiera en cualquier cafetería.
FL. ¿Cómo escribe; cuándo; cuánto…?
D.L. A mano. A cualquier hora del día. Todos los días, tenga algo que decir o no.
FL. Música al margen, ¿de qué se acompaña para escribir?
D.L. Un papel. Un bolígrafo. Un café.
FL. ¿Cómo se documenta para sus novelas?
D.L. Leo. Hablo. Miro.
FL. ¿Es de los que llevan una libretita siempre a mano y va anotando secuencias, ocurrencias, cachitos de inspiración? /// ¿Nos leería algo de lo último que haya escrito en esa libreta?
D.L. No uso libretas ni cosas de esas.
FL. ¿Empieza por el título o el título ya surgirá?
D.L. Quién sabe. El título es lo último. Pero un título te puede dar una novela.
FL. ¿Corrige mucho?
D.L. Obviamente.
FL. ¿Qué manías o supersticiones tiene mientras trabaja, mientras crea?
D.L. Hay bolígrafos con los que no puedo escribir. Hay papeles en los que no puedo escribir. No puedo escribir en una mesa coja. Me molesta horriblemente que una palabra quede atrapada entre dos tachones.
FL. ¿Cómo se titula la novela, cuento, escrito… que guarda en un cajón?
El cajón es la lanzadera hacia la basura. No guardo nada. ¿Para qué? Lo intento publicar o lo quemo.
FL. ¿En qué está trabajando ahora?
D.L. En una novela.
FL. ¿Qué está leyendo ahora mismo?
D.L. El poder del perro, que me compré en Cosecha roja. La rata en llamas, que me recomendaron en Burma.
FL. ¿Qué libro/libros nos recomienda, además de lo suyo?
D.L. Las benévolas. La iguana. Amado monstruo. La presa. El palacio de los sueños. El africano. San Camilo 1936.
FL. Y de la balda “rarezas y curiosidades” de su librería, ¿algún descubrimiento que quiera compartir con nosotros?
D.L. Lo que el viento se llevó. Conan el bárbaro. Joe whisky. Los vi morir.
FL. ¿La mejor forma de matar?
D.L. En la novela, el asesino (el poder mental sobre la víctima no debe ser menor que el poder físico) convence a alguien para que se pegue un tiro en el corazón.
FL. ¿Su entretenimiento favorito?
D.L. Hay dos tipos de actividades: escribir y aquello que tengo que hacer y que me impide sentarme a escribir.