“Mataría a quien exigiera el relato de mi vida”
Filólogo y profesor antes que escritor, el madrileño –y madridista- Óscar Urra acaba de darse un garbeo por el “Yo zombi” y anda liado ahora con su tesis doctoral de “guardián de las palabras”. Antes dejó tres interesantes novelas negras protagonizadas por el interesante detective Julio Cabria: “A timba abierta”, “Impar y Rojo” y “Bacarrá”. No contento con ello, publicó también un pequeño pero nutritivo manual: “Cómo escribir una novela negra”.
Argumentos más que suficientes para pasarle por la sala de interrogatorios en la que buscamos referentes, claves, pistas y confesiones diversas: “Mataría a quien exigiera el relato de mi vida… Atracaría a quien no pudiera reconocerme…”.
Fiat Lux. ¿Por qué le dio por escribir novela negra?
Óscar Urra. Quería ver lo que se sentía.
FL. En el juego de policías y ladrones, ¿con quién iba?
O.U. De pequeño jugaba más a los médicos, con intercambio de papeles.
FL. Tiene licencia novelesca para matar / Tenemos licencia literaria así que no se corte: ¿A quién mataría?
O.U. A quien exigiera el relato de la vida, sin rencores.
FL. ¿Qué o a quién atracaría?
O.U. A quien no pudiera reconocerme ni en el gesto ni en la voz ni en los andares.
FL. Si fuese detective, investigador, sabueso… ¿quién o quiénes sería/serían su/sus modelo/modelos?
O.U. El detective Julio Cabria, del que soy modelo.
FL. Si fuera criminal, desde asesino a atracador, valen todos los palos, ¿quién o quiénes sería/serían su/sus modelo/modelos?
O.U. Puestos a elegir, Mr. Ripley, que tenía mucho talento.
FL. Díganos su escritor o escritores del negociado negrocriminal preferido/preferidos, y su/sus porqué/porqués.
O.U. Carlos Pérez Merinero, el más conocido de los autores poco conocidos de novela negra, por su obra impresionante, única y libérrima.
FL. ¿Qué noticia, asunto de actualidad, ve o vería como argumento para novela negra? // ¿Y cómo podría ser o sería el planteamiento?
O.U. “Súbitamente inspirado al rellenar un cuestionario para una revista especializada en el género negro, un escritor decide contestar con hechos concretos, punto por punto, y empezado por los editores de la revista, a las preguntas”. No es noticia ni asunto de actualidad, pero seguramente lo sería.
FL. ¿Por qué se escribe tanta novela negra?
O.U. Porque se ha visto mucho cine negro.
FL. ¿Por qué se compra o se lee tanta novela negra?
O.U. Si es así, será porque se compra o se lee poco de los otros géneros.
FL. ¿Usted qué piensa, que se lee novela negra por envidia (del bueno o del malo) o para aprender (a ser malos o a descubrir malos)?
O.U. Para que el lector ponga el pie en un charco, luego se sacuda el lodo del zapato y siga de camino a sus ocupaciones con la conciencia tranquila.
FL. ¿Todos somos un poco (o un mucho) criminales?
O.U. Seguramente que sí, que seáis todos un poco criminales.
FL. Puestos a elegir, ¿usted sería el criminal o el detective, el asesino o el policía, el ladrón o el investigador?
O.U. El detective, porque puede asumir cualquiera de los otros papeles en cualquier momento.
FL. Dígame una ciudad para cometer un delito.
O.U. Zúrich. Lo sabe todo el mundo.
FL. Cine Negro: una película (o unas películas)
O.U. El sueño eterno de H. Hawks, El silencio de un hombre, de Jean Pierre Melville, Chinatown, de Polanski.
FL. Póngame una banda sonora para leer novela negra.
O.U. La cafetera bullendo en la cocina, el runrún de los coches en la calle, el tic tac de las teclas del portátil.
FL. ¿Usted se pone música para escribir? ¿Qué música?
O.U. Nunca me pongo música, porque ésta tiene un ritmo y la prosa otro.
FL. ¿Cómo es su espacio de trabajo?
O.U. El que pille, o me pille a mí: me adapto con facilidad.
FL. ¿Cómo escribe; cuándo; cuánto…?
O.U. Cuando tengo tiempo, y según el tiempo que tenga escribo una novela larga o una corta.
FL. Música al margen, ¿de qué se acompaña para escribir?
O.U. De nada. El whisky tiene su ritmo y la prosa…
FL. ¿Cómo se documenta para sus novelas?
O.U. No se puede llamar documentarse a hacer unas cuantas consultas en google, más por curiosidad que por pretensión de veracidad.
FL. ¿Es de los que llevan una libretita siempre a mano y va anotando secuencias, ocurrencias, cachitos de inspiración? /// ¿Nos leería algo de lo último que haya escrito en esa libreta?
O.U. No uso tal libreta. Ni que fuera yo un poeta.
FL. ¿Empieza por el título o el título ya surgirá?
O.U. Es como cuando vas a tener un hijo: el nombre, de inicio, ilusiona, pero a veces no se te ocurre ninguno hasta el final.
FL. ¿Corrige mucho?
O.U. No. Corrijo: no mucho.
FL. ¿Qué manías o supersticiones tiene mientras trabaja, mientras crea?
O.U. No me da tiempo para manías ni supersticiones.
FL. ¿Cómo se titula la novela, cuento, escrito…, que guarda en un cajón?
O.U. Acabo de publicar “Yo, zombi”, y se quedó vacío el cajón.
FL. ¿En qué está trabajando ahora?
O.U. Termino mi tesis doctoral.
FL. ¿Qué está leyendo ahora mismo?
O.U. Maurice de Forster, Vida y Destino de Grossman, y releo las Coplas de Manrique.
FL. ¿Qué libro/libros nos recomienda, además de lo suyo?
O.U. No me corresponde a mí recomendar mis propios libros. En cuanto a los demás, que se guíen por su instinto, su cultura o su suerte, y que la fuerza les acompañe.
FL. FL. Y de la balda “rarezas y curiosidades” de su librería, ¿algún descubrimiento que quiera compartir con nosotros?
O.U. Memories de J. Casanova de Seinglat, La Sirène, 1924 (8 tomos, pero me falta alguno).
FL. ¿La mejor forma de matar?
O.U. Por aburrimiento.
FL. ¿Su entretenimiento favorito?
O.U. De los confesables: lectura, música, ajedrez, la cocina, contemplar los goles del Real Madrid en Youtube…