Cuestionario Fiat Lux
Mataría por casualidad o por equivocación pero en su desembarco en el género ha dejado que quien mate sea la vida.
“La vida te matará” es la primera y sorprendente novela negra (ha habido quien la ha etiquetado como tarantinismo ciego de farlopa) de Rafa Calatayud, filólogo, guionista y premiado en literatura infantil. Un valenciano nacido en Caracas que afirma que su entretenimiento favorito son los cuestionarios.
Fiat Lux. ¿Por qué le dio por escribir novela negra?
Rafa Calatayud. Porque la novela negra es tan abierta y generosa que te deja hacer con ella lo que tú quieras.
FL. En el juego de policías y ladrones, ¿con quién iba?
RC. Yo era más de indios y vaqueros. Y encima era vaquero.
FL. Tiene licencia novelesca para matar / Tenemos licencia literaria así que no se corte: ¿A quién mataría?
RC. A quién no. Tendría tantos candidatos donde elegir que al final acabaría por no matar a nadie.
FL. ¿Qué o a quién atracaría?
RC. A alguien con tanto dinero que ni notara que le acabo de robar, como le pasó aquella vez a Paris Hilton.
FL. Si fuese detective, investigador, sabueso… ¿quién o quiénes sería/serían su/sus modelo/modelos?
RC. El detective sin nombre de las novelas de Eduardo Mendoza.
FL. Si fuera criminal, desde asesino a atracador, valen todos los palos, ¿quién o quiénes sería/serían su/sus modelo/modelos?
RC. Me encantaría ser el Dortmunder de Westlake. A poder ser con el físico y la cara de Robert Redford en Un diamante al rojo vivo.
FL. Díganos su escritor o escritores del negociado negrocriminal preferido/preferidos, y su/sus porqué/porqués
RC. Ufff, tantos… Jim Thompson porque escribía como si le pegara un puñetazo al lector, Chester Himes porque era un genio de la estructura y de montar tramas corales, Donald Westlake porque sabía unir como nadie violencia y humor, Fredric Brown porque escribiera negra o ciencia-ficción siempre sabía ser distinto a cualquier otro.
FL. ¿Qué noticia, asunto de actualidad, ve o vería como argumento para novela negra? // ¿Y cómo podría ser o sería el planteamiento?
RC. La realidad es tan jodidamente negra que hace difícil hasta ficcionalizarla. Ahora prácticamente no se puede escribir una novela sobre la corrupción sin que la realidad te supere en cada telediario, con tramas tan inverosímiles que si las hubieras inventado tú nadie se las creería ¿cómo competir con eso?
FL. ¿Por qué se escribe tanta novela negra?
RC. Porque se compra o se lee mucha novela negra.
FL. ¿Por qué se compra o se lee tanta novela negra?
RC. Porque se escribe mucha novela negra.
FL. ¿Usted qué piensa, que se lee novela negra por envidia (del bueno o del malo) o para aprender (a ser malos o a descubrir malos)?
RC. Pienso que una de las razones es porque ves a víctimas, a criminales, a desgraciados, a asesinos, a policías, etc… metidos en una serie de terribles problemas y así, durante unas horas, te olvidas de los tuyos. Lo que es casi una terapia.
FL. ¿Todos somos un poco (o un mucho) criminales?
RC. Todos somos presuntos criminales hasta que se demuestre lo contrario.
FL. Puestos a elegir, ¿usted sería el criminal o el detective, el asesino o el policía, el ladrón o el investigador?
RC. Lo bueno de escribir novela negra es que puedes ser todos ellos y algunos más.
FL. Dígame una ciudad para cometer un delito.
RC. Valencia. No solo somos famosos por la corrupción. Aquí hay telita.
FL. Cine Negro: una película (o unas películas)
RC. Aparte de las lógicas y evidentes maravillas del género de Hawks, Lang, Walsh, Preminger, Siegel, Mann, Siodmak o Fuller recomendaría tres clasicazos quizás menos conocidos pero impresionantes: En un lugar solitario (1950, Nicholas Ray), Pitfall (1948, André De Toth) y Apuestas contra el mañana (1959, Robert Wise)
FL. Póngame una banda sonora para leer novela negra.
RC. Si la música es buena, escúchala ¿para qué leer? Si la novela es buena, léela ¿para qué escuchar música?
FL. ¿Usted se pone música para escribir? ¿Qué música?
RC. No, nada de música.
FL. ¿Cómo es su espacio de trabajo?
RC. Un ordenador y detrás una pared o una persiana echada. Y al tajo.
FL. ¿Cómo escribe; cuándo; cuánto…?
RC. Como sé, cuando debo, cuanto puedo.
FL. Música al margen, ¿de qué se acompaña para escribir?
RC. Del sonido de las teclas.
FL. ¿Cómo se documenta para sus novelas?
RC. Escucho a las personas adecuadas contar las barbaridades adecuadas.
FL. ¿Es de los que llevan una libretita siempre a mano y va anotando secuencias, ocurrencias, cachitos de inspiración? /// ¿Nos leería algo de RC. lo último que haya escrito en esa libreta?
Sí, más que por inspiración porque me encanta apuntar diálogos oídos al pasar, la gente es mejor dialoguista que el mejor de los escritores. /// Un chica que se quería colar en el autobús le dice a una señora mayor que la estaba increpando: “Señora, no se meta en las rebajas a ver si se lleva un saldo”.
FL. ¿Empieza por el título o el título ya surgirá?
RC. Nunca por el título, aunque me gusta tener uno de trabajo.
FL. ¿Corrige mucho?
RC. Corrijo mucho.
FL. ¿Qué manías o supersticiones tiene mientras trabaja, mientras crea?
RC. No creo que haya mayor manía que escribir.
FL. ¿Cómo se titula la novela, cuento, escrito…, que guarda en un cajón?
RC. Soy más de guardar en un cajón apuntes sueltos que cosas terminadas, y esos apuntes acabo usándolos siempre.
FL. ¿En qué está trabajando ahora?
RC. En una comedia romántica.
FL. ¿Qué está leyendo ahora mismo?
RC. “Hombre/Que Viene Valdez” de Elmore Leonard.
FL. ¿Qué libro/libros nos recomienda, además de lo suyo?
RC. Recomendaría experimentar con nuevos autores, arriesgarte y dejarte sorprender por nuevas voces, probar, probar y probar. Y cuando te canses de probar, haz un paréntesis y vuelve a los clásicos que nunca decepcionan como, por ejemplo, dos novelas que son tan buenas como las películas a las que dieron lugar, lo que es decir muchísimo: La noche del cazador de Davis Grubb y El pisito de Rafael Azcona.
FL. Y de la balda“rarezas y curiosidades” de su librería, ¿algún descubrimiento que quiera compartir con nosotros?
RC. Por ejemplo: Adios Sherezade de ese genio infravalorado que es Donald Westlake, Incidente en Broadway y otras historias de ese genio infravalorado que es Damon Runyon y El barco de la muerte de ese genio infravalorado que es B. Traven. Canela fina.
FL. ¿La mejor forma de matar?
RC. Por casualidad. O por equivocación. Y que te busquen.
FL. ¿Su entretenimiento favorito?
RC. Los cuestionarios.