‘Escribo novela negra porque vivo en ella’, nos confesó una vez otro de nuestros maderos de cabecera, Pere Cervantes, que anda ahora buscando y recetando ‘Tres minutos de color’ en compañía del inspector Coque Brox.
Justo antes de arrancar esa gira (literaria que no policial aunque entre redadas siempre), Cervantes, con quien ya bajamos a la Deep Web, tiró de placa y, ejerciendo de jefe del grupo de delitos telemáticos de la Policía Nacional en Castellón, nos pasó este decálogo para sobrevivir entre la cyberdelincuencia.
Tómese buena nota.
Un cyberpolicía en Internet Negro.
Por Pere Cervantes.
Te proponemos 10 vacunas preventivas (sin efectos secundarios) para que no “agarres” un virus endémico llamado “A mí no me va a pasar”. Pero si quieres más herramientas de combate te invitamos a que adquieras en cualquier librería de este país nuestro laboratorio principal, el manual “Internet Negro” dónde además de ponerte al día de la actividad delictiva más actual que se desarrolla en la Red, te preparamos para que no te conviertas en la siguiente víctima de los cyberdelincuentes.
Mientras tanto, estos son los diez mandamientos.
- Phising bancario: Si recibes un mail de tu banco solicitando que verifiques tus claves de acceso a la banca on line bajo cualquier pretexto (auditorías de seguridad, ser ganador de un premio, etc.…) no piques. Ante la duda llama a tu oficina bancaria y comprueba la veracidad de la información recibida. Sam, personaje interpretado por Robert de Niro en la película “Ronin”, decía que “cuando hay duda, no hay duda”.
- Phising car: Comprar un vehículo de segunda mano puede ser una muy buena opción. Sin embargo, lamentamos comunicarte que el súper chollo, simplemente, no existe. Desconfía de las gangas que no puedas verificar, de los medios de pago que te propongan cuando estos sean mediante una agencia de envío de dinero, de ese empleado español que se ha de marchar urgentemente a trabajar a Inglaterra y te vende el coche a precio regalo y todo le urge, …
- Skimming o carding on line: o lo que es lo mismo, que hayan “captado” los datos de tu tarjeta de crédito. Ten siempre tus tarjetas a la vista cuando vayas a pagar en establecimientos, realiza pagos on line en webs que empleen certificados de seguridad (ese candadito verde que aparece junto a la dirección URL), realiza el pago a través de conexiones seguras, una wifi abierta de un bar, hotel o plaza pública dista mucho de ello.
- Ransomware: el “virus de la policía” o el “Cryptolocker”. Como en la mayoría de secuestros (en este caso los secuestrados son los archivos que tengas en tu ordenador), no pagues de entrada lo que te piden, puesto que nada ni nadie te puede asegurar que vayan a cumplir con la promesa de liberar tu dispositivo (tablet, smartphone, ordenador, etc.…). Acude a una comisaría y denuncia este tipo de extorsión causada mediante un “malware” con el que acaban de infectar tu equipo. Y para evitarlo, no olvides actualizar regularmente tu sistema operativo (no es un capricho del fabricante, si no la forma de solucionar problemas de seguridad), no ejecutes e instales programas desconocidos, a pesar de que su nombre te suene (Java, Adobe,…), son el disfraz idóneo para quedar infectados por todo tipo de virus y gusanos. Utiliza sus webs oficiales.
- Sexting: Para evitar que te extorsionen con una foto de carácter íntimo que en su día enviaste a esa persona en la que confiaste tu intimidad, es bien sencillo: no te expongas. La foto enviada a la red es foto que deja de pertenecerte. Valora cuánto te dolería que esa instantánea fuera compartida a todos tus contactos en Internet o de las redes sociales en las que tengas un perfil.
- Pornografía infantil: Tolerancia cero. Ni se posee, ni se produce, ni se comparte. Todo lo relacionado con la pornografía infantil es delito (poseer, compartir y por supuesto producirla), así que cuidado con esos grupos de Whatsapp y sus cadenas de envío de vídeos. Aunque la finalidad del reenvío sea demostrar lo reprochable de la acción, puede costarte una detención.
- Hacking es un delito: Espiar el móvil, ordenador, tablet, smartwatch de tu pareja es delito. “La curiosidad mató al gato”, no dejes que esta misma curiosidad termine encerrando entre rejas al “gato o gata” que llevas dentro.
- Wifis abiertas: Sin duda el cebo más peligroso que existe en Internet. La información digital es poder, así que antes de conectarte “a pelo” en la terminal del aeropuerto, en la cafetería de cada mañana o en ese hotel que frecuentas, considera qué tipo de operaciones vas a realizar y las contraseñas que vas a utilizar para acceder a tu banca on line, redes sociales,… Probablemente termines conectado a una red que no tiene nada que ver con la del suministrador al que crees conectado.
- Protege a tu empresa: los datos de carácter personal cotizan en la bolsa del cybercrimen y por ellos se paga un alto precio en “bitcoins”, la moneda virtual. Tanto los datos personales como la información empresarial (cuentas bancarias, tarjetas de crédito/débito, datos de clientes, de facturación) son oro en el mercado negro de Internet, donde todo se compra y todo se vende. Si eres autónomo o un empresario que quiere mantener a salvo su imagen on line y su “marca”, tómate muy enserio la seguridad de tu página web, establece protocolos de seguridad para el almacenamiento y gestión de datos, así como para la comunicacióna través de las redes sociales.
- La deep web: imagínate que paseando por una gran ciudad, acabas perdido y deambulando por un barrio desconocido lleno de gente del peor pelaje: proxenetas, sicarios, traficantes de droga, de armas, crackers, estafadores … en definitiva, lo mejor de cada casa haciendo todo tipo de negocios turbios entre ellos. Ese lugar aplicado al mundo virtual es la deep web (internet profunda) o lo que nosotros llamamos: lo que Google no ve,un lugar lleno de delincuentes a los que sólo les mueve el ánimo de lucro. Puede que hayas estado tentado en alguna ocasión a entrar en dicho barrio sabiendo que se puede comprar todo tipo de material y de servicios, por ilegales que sean. Recuerda que hay lugares que es mejor no visitar nunca, imágenes que desearías no haber visto jamás y donde puede que no solo te quiten la cartera, sino también la vida.
¿Repasamos?
Luego no vayas a decir que no te avisamos.