Entrevistas

Andreu y Ledesma, ¿cómo leen?


 

Pasado, presente y futuro concentrados en unas pocas líneas.

Uno se lo ha leído todo y ha escrito de todo. Es uno de los patriarcas y precisamente por eso sentenció sin miramiento en este último San Jordi con una epístola que por ser tan real duele más y que aquí secundamos con un rotundo ‘te rogamos, óyenos’.

Otro surgió narcolépsico y después de buscar al Diablo en cada esquina anda ahora predicando, entre premio y premio (Novelpol, Salamanca Negra…), ‘Lo que nos queda de la muerte’.

Son Andreu Martín y Jordi Ledesma. Les seguimos, les escuchamos, les leemos… Pero…, ¿y ellos cómo leen novela negra?

 

 

– ¿Qué buscas en una novela negra?

Andreu: Como en cualquier otro libro, que me abduzca, que me lleve lejos de la realidad que me circunda y me envuelva en un mundo distinto.

Ledesma:Pues básicamente lo mismo que de cualquier otro género. Busco una historia que me haga disfrutar del placer de la lectura, y que me arrastre por el mundo que propone.

 

– ¿Cuándo la lees?

Andreu: Siempre que puedo, que no es siempre. Normalmente en mis horas o días de ocio, que no son muchos.

Ledesma: Por lo general en la tarde noche, después de que se acuesten mis hijos.

 

¿Dónde?

Andreu: Donde sea. En el váter, en la cama, en el autobús, en el metro, caminando por la calle, mientras como, o después de pegarme un panzón de trabajar, cuando me puedo permitir un gintónic y un rato de butaca bajo el flexo.

Ledesma: En el sofá.

 

¿De qué te acompañas?

Andreu: Ya lo he dicho. Si puedo, gintónic o whisky speyside.

Ledesma: De silencio. Adopto una posición cómoda, y dispongo un flexo que ilumine el libro.

 

– ¿Cómo la lees, en qué te fijas especialmente (diálogos, personajes, ambientación, trama, el arranque…)?

Andreu: No me fijo en nada concreto. Cada novela buena te seduce por un motivo distinto. Como las mujeres: te mentiría si te dijera que me siento atraído siempre por los ojos, el tono de voz, lo que dicen, por las piernas o por la manera de andar. Unas tienen una cosa y otras tienen otra.

Ledesma: Sobretodo que sea creíble más allá de verosímil, que me produzca ganas de saber más. Y que si en algún momento me cuesta avanzar siga manteniendo la sensación de que la historia me lleva a alguna parte.

 

– ¿Qué buscas en los personajes?

Andreu: Lo que me den. Como lector, estoy a la expectativa. En general, lo que busco en una novela es que me sorprenda. Lo he dicho al principio: un mundo nuevo. Lo que más rechazo me provoca son los lugares comunes, los tópicos, lo ya sabido. Busco que me todos y cada uno de los elementos me sorprendan.

Ledesma: Personalidad, y que se adapten al tono y al contexto de la narración.

 

– ¿Y en el protagonista?

Andreu: Que no sea el de siempre. Que no sea el autor.

Ledesma: Pues un poco lo mismo, y que ejerza bien. La novela negra utiliza bastantes arquetipos tanto en los personajes como en las situaciones que estos viven, me gustan los escritores valientes que crean personajes y situaciones genuinas dentro de los patrones del género. En el mundo, por ejemplo, se producen cientos de tiroteos cada día, y ninguno de ellos es igual a otro, pues en las novelas ha de ser igual.

 

– ¿Y en los secundarios?

Andreu: Que sean tratados como protagonistas.

Ledesma: Que acompañen la historia sin ser prescindibles. Y que sean protagonistas de los pasajes en los que les toque serlo. Hay muchas novelas en las que algunos secundarios superan en atracción a los protagonistas sin necesidad de liderar la historia. Me gustan los grandes secundarios esos de los que te gustaría leer más sobre ellos; secundarios capaces de ser protagonistas en otras historias.

 

– ¿Qué buscas en los diálogos?

Andreu: Inteligencia.

Ledesma: Creérmelos. Que los personajes se muestren a través de ellos. Y que transmitan, dentro del registro y las circunstancias de cada uno, cuestiones relevantes que el narrador omite. No me gustan los diálogos banales que no aportan nada, aquellos que existen para justificar que dos personas hablan sin que importe para el texto qué se dicen, para eso prefiero que me digan que hablan y ya está.

 

– ¿Qué buscas en la ambientación, el/los escenario/s?

Andreu: Que me sorprendan.

Ledesma: Depende de hacia dónde lleve el autor su historia; las hay más sicológicas en las que poco importa el paisaje que rodea lo que sucede, y aun así la ambientación es cojonuda y te sumerge y te hace ver sin necesidad de muchas explicaciones. Hay otras que plasman los entornos con detalle y los acompañan de metáforas magníficas que refuerzan la propuesta visual. Creo que cada texto debe tener su equilibrio natural y el estilo del autor tiene mucho que ver. Entiendo la narrativa como un juego en el que el escritor propone una cadena de imágenes que el lector debe reconstruir en su imaginación mediante el texto. No me importa qué o cuantas palabras usa el escritor si es capaz de mantener esa cadena sin cortes, o con el menor número de ellos, y que mantenga mi interés por seguir reconstruyendo esa historia.

 

– ¿Qué buscas en la estructura?

Andreu: Solidez, mecanismos de relojería. Si me huelo improvisación, se me cae de las manos.

Ledesma: Creo que es el aspecto en el que más le exijo al autor en cuánto a riesgo, y también creo que es dónde tiene más opciones de hacer literatura. Y puede que sea cierto que ya esté todo escrito, pero esa es la magia del arte; si nos fijamos en otras expresiones artísticas, la música, por ejemplo: a partir de siete notas las posibilidades crecen según avanzas por la partitura y vas añadiendo notas para otros instrumentos, y multiplicas las opciones de crear algo cien por cien original. La narrativa no es muy diferente.

 

– ¿Subrayas / Pones papelitos?

Andreu: No, a menos que no esté leyendo sino estudiando. La última relectura que hice de Agatha Christie y de Chandler fue subrayando y poniendo post-its, sí. Pero no es lo normal.

Ledesma: No. Cuido bastante el interior de los libros, aunque no pueda decir lo mismo de las cubiertas.

 

– ¿Tomas notas?

Andreu: Sólo cuando estudio.

Ledesma: Sí. Frases, reflexiones, hasta pasajes enteros que no quiero olvidar.

 

– ¿Recoges frases, giros…?

Andreu: No: lo bueno de verdad se te queda grabado. Lo que se olvida es olvidable.

Ledesma: Todo lo que me parece muy brillante.

 

– ¿Interactúas? (descubriendo el desenlace, “esto yo lo hubiera escrito así”, …).

Andreu: No: si se me ocurre que podría estar mejor escrita es que me parece que está mal escrita y la abandono.

Ledesma: Hombre, a veces es inevitable, y suele ser cuando una novela me gusta mucho pero hay algo que me puede chirriar. Pero por lo general cuando leo, leo.

 

-Si no te gusta, ¿en qué momento dices basta?

Andreu: En la cuarta parte exacta, si tengo paciencia.

Ledesma: Cuando se rompe con mucha constancia la cadena de imágenes de la que te he hablado antes.

 

-Cuando no te gusta, ¿por qué suele ser?

Andreu: Por la improvisación obvia, por las ocurrencias poco meditadas, por los tópicos.

Ledesma: Porque no la veo, o no me la creo. Porque no me motiva la temática, o como explique o muestre. Puede ser por varios motivos.

 

– ¿Tus autores de cabecera?

Andreu: No hay autor de cabecera. Todos han escrito algo que no estaba a la altura.

Ledesma: Jim Thompson es el jefe de todo esto.

 

– ¿Tus títulos de cabecera?

Andreu: Sería una lista demasiado larga. La que ahora tengo más presente es Pierre Lemaitre, un notable ejercicio de metaliteratura negra.

Ledesma: Supongo que 1280 almas. Y Mistyc river. Tengo muy reciente Extraños en un tren, de Highsmith, la compré el día que cerró Negra y Criminal, y Mauricio me dijo: —te llevas una novela buenísima—, y lo es. Me quedan muchas buenas novelas por leer, y muchas de ellas son clásicos.

 

– ¿Hubo una novela negra que te enseñó, que te sirvió casi de manual?

Andreu: Me emborraché en su día con Cosecha Roja, pero ya quedó atrás.

Ledesma: La primera novela de género que leí fue Escupiré sobre vuestra tumba. Pero aprendo de todo lo que leo.

 

-Cuál es la novela que consideras la madre de todas las novelas negras, “la biblia del género”?

Andreu: No hay ninguna, sino todo el género. Porque no me interesa el género por lo que un día me ofreció una novela negra sino por lo que constantemente me ofrecen todas las que voy leyendo. Quedarme con una sería quedarme con un fragmento de todas las posibilidades del género y creo que lo empobrecería.

Ledesma: Como digo, me quedan muchas buenas novelas por leer. Pero creo que en España aún no se ha superado la potencia de Prótesis.

 

 

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