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El estado de la nación noir (IV). Empar Fernández y Maribel Medina


¿Cómo está el género negro? ¿Qué le sobra? ¿Qué le falta? ¿Hay burbuja? ¿Se lee mucho o se publica de más? ¿Para qué sirven las ferias de novela negra? ¿Y los premios? ¿Nos gusta cómo se hace la promoción? ¿Se piensa en los futuros lectores? ¿Sigue anclado en lo analógico en este tiempo digital?

 

Debatamos.

Hoy: ellas. Soliviantadas como todas, y como (casi) todos, por lo sucedido en Gijón con ninguna, ¡¿ninguna?!, autora nominada a los premios de Semana Negra. A ello se refieren, y ya leerás cómo, nuestras invitadas hoy: Empar Fernández y Maribel Medina

(Por si quieres ponerte al día sobre cómo va el debate, ya pasaron por aquí Rosa Ribas y Víctor del ÁrbolRaúl Argemí y Julián Ibáñez, Bernard Minier y Santiago Roncagliolo.

Empar Fernández Maribel Medina
Fernandez Maribel Medina
“Yo diría que sí hay burbuja noir “De momento creo que no hay burbuja”

 

 

¿Qué le sobra y qué le falta a la novela negra en estos momentos?

Empar: Creo que en ocasiones le sobra truculencia, sangre, vísceras…  Y le falta reposo, método, rigor.

Maribel: Le sobra copia-pega. Le falta riesgo, peligro, escribir al borde del precipicio sin importar la caída.

Muchos títulos, muchos autores, la autoedición… ¿Se lee tanto como se publica?

Empar: Sinceramente, creo que no. Un lector de novela negra forzosamente ha de sentirse desbordado por la cantidad de títulos mensuales.

Maribel: Para nada. Leían los muertos y nosotros, los de EGB. Por detrás llega el desierto; la arena barrerá las letras.

¿Por qué?

Empar: Creo que pensamos erróneamente que la novela negra vende, que es negocio. Creo que, autores y editores, vivimos de esa ilusión, hacemos grandes esfuerzos por seguir creyendo en su buena salud.

Maribel: Estamos en la era de la pantalla, del take away, del usar y tirar. Lo duradero no tiene cabida. Para leer necesitas aislarte, encontrar un tempo que la sociedad de hoy no tiene-quiere-busca.

Tanto autor, tanto título, tanta feria de novela negra, tanto club de lectura de novela negra, tanto reseñista/bloguero de novela negra… ¿Hay burbuja?

Empar: Yo diría que sí. Quizás no una gran burbuja, pero sí cierta descompensación entre lo que se lee y lo que se habla del género. No sé si está demostrado que la celebración de charlas y festivales estimule la lectura y las ventas de novelas.

Maribel: De momento creo que no. La situación económica ha aupado a la novela negra hasta cuotas impensables. El cabreo, la denuncia, la crisis, la realidad, van de la mano con este tipo de novela.

Si sí consideras que hay burbuja: ¿qué quedará cuando explote esa burbuja?

Empar: Creo que quedarán las obras de mayor calidad, las que cuiden tanto el estilo como la verosimilitud de la trama.

Maribel: …

Manuscrito, edición, publicación, presentación, promoción, reseñas, ferias, firmas… Ese es el escenario en que transitamos; ¿qué le sobra y qué le falta?

Empar: Creo que todas las actuaciones mencionadas favorecen la difusión de las obras de género, pero considero que lo que falta verdaderamente es un substrato lector importante con el que sí cuentan otros países. Que los asistentes a los actos no sean solo un puñado de personas iniciadas.

Maribel: Para mí no sobra nada, es el camino lógico de un libro. El problema es que a ese camino te faltan especias. Siguiendo con el símil culinario, el escenario editorial parece un arroz blanco, la base es necesaria -hubo un tiempo en que suficiente- pero ahora hay que ofrecer paella.

¿Cómo modernizarías, actualizarías, ese escenario? ¿O así como está vale?

Empar: No lo sé, no se me ocurre cómo hacerlo. Quizás intentaría que televisión y radio incluyeran programas dedicados a los libros con secciones para los géneros.

Maribel: Cuidaría más al lector. Los clubs de lectura son un magnífico instrumento para el mercado editorial. Potenciaría los festivales literarios: las Semanas Negras tipo Pamplona son un buen ejemplo a seguir.

No se suele ver a mucha gente joven en toda la parte cara al público (también en la otra parte) de ese escenario al que aludíamos. ¿Qué no se está haciendo bien?

Empar: La gente joven ha crecido en una época en la que la diversidad de estímulos de todo tipo ha contribuido a relegar la lectura de novelas a favor de otros productos lúdicos y culturales.

Maribel: La base está equivocada. No se puede exigir a un chaval que no lee que su primer libro sea El lazarillo de Tormes. La lectura obligada es un error.

¿Cómo hay que reclutar a nuevos lectores?

Empar: No lo sé. Quizás velando por la calidad de las obras.

Maribel: Creo que el medio audiovisual es la clave. La gente joven se mueve en esos ámbitos, y nosotros debemos viajar a ellos. El cómic es la herramienta perfecta para que se inicien.

¿Tú qué harías, cómo lo harías?

Empar: No lo sé.

Maribel: Actuar de base. Si los padres no tienen cultura lectora, el colegio debe suplirla. Las únicas lecturas obligatorias que mandaría en edad temprana serían cómics. Luego habría que estudiar cada niño y su evolución. También me parece primordial la presencia de los autores en los colegios e institutos. Eso debería ser una constante.

¿Qué opinas de la promoción, de cómo se promociona a las novelas (y a los autores)?

Empar: La promoción depende en gran manera de la editorial y de la propia iniciativa del autor. Creo que tiene cada vez más importancia si quieres que tu novela sea visible entre los conocedores del género.  Personalmente preferiría dedicar más tiempo a escribir y menos a lapromoción.

Maribel: Blablablablablablabla. Acabo de hacer una presentación.

¿Tú cómo lo harías?

Empar: No lo sé. Creo que con apoyo de los medios audiovisuales y de las instituciones.

Maribel: Me gusta la mezcla. Los libros se acoplan de maravilla a la música, al video, a la comida, a la bebida. La palabra presentación en sí, ya es  aburrida. Si la novela negra es literatura callejera, que se demuestre en su promoción.

Presentación tipo: librería, autor y presentador (generalmente amigo), público habitual + amigos/familia/invitados + algún amigo de amigo o amigo de familia o amigo de invitado, loas y alabanzas, ventas y firmas. ¿Te gusta así o tú cómo lo harías?

Empar: No me entusiasma, preferiría no tener que recurrir tantas veces a familiares, amigos y conocidos. Espero que no se harten de mí. Creo que este tipo de presentaciones no tiene una verdadera repercusión en cuanto a la proyección de la obra. Los medios de comunicación raramente cubren las presentaciones y todo queda reducido a un círculo muy pequeño.

Maribel: Como un evento, una fiesta, un lugar de encuentro. Lo de menos tiene que ser el libro. Hice un encuentro con el escritor Mikel Alvira que se llamaba: No me escribas, emocióname. Esa es la clave: provocar emociones.

Ferias de novela negra. ¿Qué les sobra y qué les falta?

Empar: En ocasiones les falta la posibilidad de adquirir las novelas de los autores presentes. Creo que sobra cierto amiguismo.

Maribel: Les sobra peloteo y amiguismo. Les falta ampliar horizontes.

¿Cómo deberían ser, tú cómo lo harías?

Empar: No lo sé. No me lo he planteado.

Maribel: Como próxima comisaria (en La Puebla de Almoradiel), creo que está bien mezclar escritores con estilos diferentes y que sean grandes comunicadores, ampliar el espectro de asistentes: implicar a profesores y alumnos, clubs de lectura, población rural…

Premios. ¿Qué les sobra y qué les falta?

Empar: Tal y cómo evidencia lo ocurrido con los nominados por la Semana Negra de Gijón, es obvio que falta tener presentes a las autoras de género a todos los niveles (como jurado y como posibles nominadas).  Creo que a menudo se premia aquello que ha vendido más o que presenta mejores expectativas comerciales.

Maribel: A los premios Noir, les sobran hombres y les faltan mujeres.

¿Qué te traerías de lo que en otros países hacen con el género negro, en cuanto a promoción, ferias, premios…?

Empar: La asistencia significativa del público a los diferentes actos y el prestigio del que gozan los autores de género.

Maribel: Me traería al público y a los lectores, jajaja. Es lo único que necesitamos.

En este era digital, rodeados de nuevas tecnologías en constante evolución, ¿qué fórmulas se te ocurren para ‘meter’ ahí al género? Dicho de otro modo: ¿cómo hacemos el digitalnoir o noirdigital?

Empar: No tengo ni la menor idea. No sé si el digitalnoir debe ser un género, un subgénero o simplemente el mismo producto subido a la red.

Maribel: Yo es que soy lectora, versus, era analógica. Ni idea.

 

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